Lao Zi 老子 |
El Taoísmo
filosófico o Daoísmo (esta última
forma escrita según las reglas de transcripción y pronunciación del pinyin) fue
una escuela de pensamiento contemporánea al Confucianismo. Esta escuela de
pensamiento estuvo representada por tres personajes en concreto que forman la
trilogía del Taoísmo. Por un lado Lao Zi 老子, personaje legendario a quien se le atribuye haber
escrito el libro del Tao o Dao de jing
道德经. Por el otro, Zhuang Zi 庄子, del cual sí se tiene constancia histórica (se
sabe que escribió algunos pasajes de la obra que lleva por título su propio
nombre) y Lie Zi 列子
autor del Tratado del vacío perfecto o libro de la perfecta vacuidad.
El Taoísmo
filosófico gira entorno al concepto del Dao (o Tao) 道, que significa el camino, vía o método, y que
también es usado por el Confucianismo, el Buddhismo y otras escuelas de
pensamiento, aunque con significados diferentes. El Dao del Taoísmo es una
entidad anterior al tiempo y al espacio, el Dao
es infinito, es vacuidad, no se lo puede definir, ni describir porque no tiene
rasgos físicos. Según los taoístas, todo en la vida está en un perpetuo fluir,
todo está en constante cambio salvo el Dao que es de donde surge todo y hacia
donde regresa todo.
La vacuidad
es un concepto muy importante para los taoístas quienes la asocian con Dao. La vacuidad es algo que pasa desapercibido
para todo el mundo, algo que nadie valora pero que da sentido a las cosas de la
vida, es decir, el no ser da sentido al ser.
11. Treinta radios se unen en una rueda. Pero su
utilización también depende del espacio vacío entre los radios.
Hacen los vasos de arcilla. Pero su utilización
depende del espacio vacío que hay en éstos.
Hacen paredes, puertas y ventanas en una casa. Pero
su utilización también depende del espacio vacío que hay en ésta.
Así es como se relaciona la utilidad de los objetos
con el espacio vacío.
(Libro del
Dao)
Sin
embargo, según el Taoísmo, el Dao no
se puede nombrar, no se lo puede delimitar, porque el Dao del que hablamos no es el verdadero Dao, el verdadero Dao es en realidad algo infinito e inalcanzable
para el conocimiento racional humano.
1.
El Dao que puede nombrarse no es el Dao eterno.
El nombre que puede nombrarse no es el nombre
eterno.
Lo innominable es el origen del Cielo y la Tierra.
Lo nombrable es la madre de las diez mil cosas.
Libre de deseos puede comprenderse el misterio.
Cautivo del deseo pueden verse sólo las
manifestaciones.
Ambos tienen la misma fuente, pero difieren en
nombre,
la oscuridad en la oscuridad,
la puerta hacia todo misterio.
(Libro del
Tao)
Taoismo vs Confucianismo
En primer
lugar, el concepto de Dao que tienen
taoístas y confucionistas es completamente distinto. Para los confucianos, el Dao es el camino que siguieron los
santos reyes de la antigüedad, es la moral, forma de actuar y las obras
ejemplares de esos reyes. Por lo tanto,
el Dao confucionista es un camino labrado por el hombre, donde el hombre es el
centro de todas las cosas. Para los taoístas, en cambio, el Dao es una entidad anterior al hombre, a
la tierra y el cielo, es atemporal porque siempre ha existido, es indefinible e
infinito, es inmutable y constante, es vacio. El hombre y todo lo que hay en el
cielo y la tierra son producto del Dao,
todo nace de Él y todo acaba volviendo
hacia Él en un perpetuo fluir.
Los taoístas, a diferencia de sus coetáneos
confucionistas, rechazan el estudio y el conocimiento racional porque creen que
aleja a los hombres de la verdadera naturaleza del Universo. Las personas que poseen conocimientos racionales quieren definir
el mundo, lo quieren acotar, lo quieren poseer, pero lo único que consiguen con
ello es ver la apariencia de las cosas y no su verdadera naturaleza, se fijan
sólo en las particularidades y son incapaces de ver el “todo”. Por ejemplo, los
Confucianos creen que para el buen funcionamiento de la sociedad y el gobierno es necesaria una rectificación de los
nombres, es decir, que cada cosa se llame por su nombre, que los nombres de las
cosas describan la verdadera naturaleza de las cosas para que no haya malos
entendidos. Los taoístas, en cambio, apuestan por un conocimiento fruto de la
experiencia, un conocimiento libre de prejuicios en el que el sabio observa el
devenir natural de las cosas sin ningún ánimo de definirlas o poseerlas, ni
tampoco de cambiar el curso natural de las mismas.
Para los
confucianos son sumamente importantes los ritos li 礼
entendiendo por ritos no solamente las ceremonias y ofrendas a los ancestros,
sino también todo lo referente a las relaciones humanas: etiqueta, protocolo,
comportamientos y conductas adecuadas dentro de la sociedad. Para los taoístas,
los ritos son fruto de la convención social y, por lo tanto, no tienen ningún
valor. Es más, lo único que hacen los ritos es corromper la sociedad y alejar a
los hombres de la verdadera esencia del Dao.
Para los
confucianos, el eje central de la vida es la familia y la vida en sociedad. El junzi o hidalgo confuciano es aquel que
profesa la humanidad ren 仁, su moral y sus actos se ajustan a lo prescrito en
los Cánones chinos, es decir, actúa de forma ejemplar igual que lo hicieron los
santos reyes de la antigüedad. El sabio taoísta, en cambio, apuesta por llevar
una vida más austera, sencilla y alejada de la sociedad con el objetivo de
estar en perfecta armonía con la naturaleza, es decir, para estar más cerca
del Dao. Pero para llegar a eso hace
falta el sabio se rija por el “no actuar” o wuwei
无为, que no significa no hacer
nada, sino simplemente no influir ni intentar cambiar el devenir natural del
universo.
Excelente análisis
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